Y todo sigue igual...pero diferente

¿Cómo puede ser que después de tanto tiempo, todo siga igual? Sí, igual pero diferente. Sigue sin entregarse, sin encontrar a esa personita, a ser independiente. En cambio, si que ha madurado, ha avanzado, ha logrado parte de sus objetivos.

Por otra parte, tampoco es necesario tener a esa persona especial teniendo gente maravillosa a tu lado, es verdad. Pero a veces sientes como que te falta una parte de ti, no me gusta pensar eso, quiero pensar que yo misma me quiero y que conmigo misma tengo el mundo entero. Pero sigue permaneciendo ese sentimiento de ausencia de "algo". A veces me pregunto si es esta sociedad la que ha creado ese sentimiento en mi o es que realmente aún no ha llegado esa persona "especial". ¿Tiene sentido lo que digo o soy la única? Supongo que algún día lo descubriré...

Cobarde

Ella, como siempre va solitaria. Nadie la persigue. No quiere perderse. Esta a punto de encontrar su destino. Esta harta del mundo. Quiere que él la ame. ¿Qué quién es él? Un completo desconocido para ella, pero siente algo por él. Solo sabe su nombre, solo le mira. Siempre se queda contemplando. No actúa. ¿Pero qué le pasa a esta chica? ¿Porqué no actúa? ¿No quiere estar junto a él? No, simplemente es una cobarde. Esto no es una historia, porque ella siempre seguirá haciendo lo mismo de siempre, mirar. ¿Pero esto cambiara? Ella lo duda. Tiene muchas contradicciones en su cabeza. Quiere amarle para siempre, pero no se mueve. Pero chica, ¿quieres despertarte? No, sigue dormida en su mundo. ¿Algo le hará reaccionar?

Capítulo 16 - Amor

Despertamos uno junto al otro. Él abrazándome por detrás. Me giré. Chris estaba dormido, como un bebe. Me quede un largo rato mirándole con una sonrisa de enamorada perdida, “dios, es tan mono”, pensé. Pero debía de haber leído mi pensamiento porque empezaba a desperezarse.

-Buenos días mi amor-me dice-.

-Buenos días.

-¿Qué desea para desayunar?

-No estaría mal un café y unas tostadas...

-Lo que la dama desee-dice picaramente-.

Me hace gracia como se come esas tostadas con mermelada. Se las come como un niño pequeño, con esa cara de inocente. Entonces comienzo a reírme. Él acaba dándose cuenta de que me estoy riendo de él. Se levanta y me unta la tostada en la cara. Yo le contesto con mi tostada en su cara.

-¡Eso no vale! -me grita-.

-¿Por qué no?

-Tu eras la que te reías de mi.

-Bueno, ahora que más da. Ahora me voy a pegar una ducha, que el señorito también me a manchado.

-De acuerdo, ¿pero segura que no tienes un hueco para mi?

Me besa con toda la mermelada. Era el beso más dulce, sin duda.

-Segura -dije contundente-.

Cuando salí de la ducha, me disponía a entrar en mi habitación con el albornoz, pero allí estaba Chris esperándome en mi cama. Tumbado como si nada leyendo una revista. Y levanta la vista.

-¿Qué haces en mi cama?

-Esperando a que te desnudes ante mi.

-Eh, ¿donde está mi Chris?

-Aquí mismo, ¿no lo ves?

-La verdad es que no. Mi Chris es dulce, cariñoso, romántico y no dice esas guarradas -le digo toda enfadada-.

-Era broma, cariño. Ya me voy. A no ser que tu digas lo contrario.

-Va largate, ahora no es momento.

-¿Porqué no?

-Yo te quiero mucho pero no se que hacer -dije mirando hacia el suelo-.
Entonces me coge de la barbilla y me mira con sus dulces ojos.

-Solo quiero besar esos queridos labios, quiero sentirte más cerca de mi, quiero que sepas que lo eres todo para mi. Pero no tengo suficientes medios para hacerlo y eso me pone furioso. ¿Sabes cuanto te amo? No tengo palabras para decirte lo que siento. Quiero que estés siempre junto a mi. -va acercando poco a poco sus labios a mi- pero solo si tu quieres -me besa- te quiero, te amo, te deseo, te odio -le pego un golpe en el hombro- te adoro, te poseo.

-Eso es muy bonito.

Le beso y me dejo llevar por el momento, por Chris. Solo somos dos almas que se desean, que quieren vivir una vida juntos. Quieren amarse lentamente. Se aman a más no poder. Jugamos con nuestras lenguas. Intento juntarme más a él, le quiero junto a mi, pero no puedo estar más cerca de él.