Capítulo 10 - Carta

Aparece una carta por debajo de la puerta. Que extraño. Pero empiezo a leerla.

Mi querida Jessica,

Quería decirte que te amo, aunque tu no lo sepas. Todos los minutos me los paso pensando en ti y en tus preciosos ojos. Sé que mi hermano está muy colado por ti, pero no creo que ni la mitad que yo. Ya se que estáis juntos pero no puedo parar de sentir mariposas en el estómago, por ti. Tú eres la razón de mi existencia. Tú eres la bella flor de mi jardín. Mis lágrimas caen por ti, por no tenerte a mi lado. Desde que casi tus labios son míos, no paro de pensar en que quizás si tenemos un futuro juntos. Solo quiero volar a tu lado. Que yo sin ti no soy nada. ¿No lo ves? Vivo en mi habitación encerrado pensando en ti y solo en ti. Pero yo no se si tu sientes algo por mi, y eso me deja destrozado. ¿Por qué no una vida juntos? Solo quiero que sepas que quiero que seas mía y solo MÍA. Te quiero, no, mejor, te amo. Te declaro mis sentimientos, porque no puedo más, porque voy a explotar si no estoy a tu lado. Se despide  de mi querida hoja de otoño,

Chris.

¿Qué? Es lo único que pude decir. Me quedé sin palabras.
En el fondo sabía que sentía algo por él, y no podía negarlo. Era evidente que siempre le miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Que me ponía celosa cuando le veía con otra chica que no fuera yo. Le deseaba. Soñaba con él. Mis pensamientos de amor también iban dirigidos a él.
¿Pero que pasaba con Ángel? No podía decirle que le dejaba por su gemelo porque sentía más con Chris que con él . Eso hacía que mi relación con Ángel hubiera sido toda una farsa. Me odiaría para siempre. ¿Pero qué se supone que debía hacer? ¿Vivir pensando con la cabeza o con el corazón? Esa fue la pregunta definitiva para elegir mi futuro. Porque siempre pienso y pensaré con el corazón, la vida es más hermosa y más maravillosa. Con el corazón te llega la felicidad completa. Así que estaba dispuesta a buscar a Chris.

-Hola...
-¿Qué te pasa mi amor? -me pregunto Ángel-.
-Tengo que decirte algo muy importante.
-Dime.
-No quiero que te culpes por ello. No merece estar dolido por esto. No lo hagas, por favor.
-¿Qué es? Me estás asustando.
-Quiero a Chris.
Todo se queda en silencio. Ángel me mira con cara de incredulidad. A Ángel le empiezan a caer lágrimas. Yo también empiezo a llorar. Esto es muy duro para los dos. Tenemos una relación muy bonita. No quiero romperla, pero ya es tarde para ello. Me duele el corazón. No se lo que en estos momentos se le estará pasando por la cabeza a él, pero se sienta y se tapa la cara.
-¿Por qué me haces esto?
-Lo siento mucho. También te quiero a ti pero siento algo más por Chris. No se como explicarlo.
-¿Entonces todo ha sido una mentira?
-No, Ángel no digas eso. Ayer recibí una carta de él y me despertó los sentimientos que tenía hacía él, que había escondido en mi interior para estar contigo. Pero no puedo negar la realidad. Toma, léela.
Ángel la estaba leyendo pero no sabía que hacer. Las personas a las que más quería le estaba dando una puñalada por la espalda.
-Lárgate. Ya no puedo confiar ti, ni siquiera en mi hermano. Pero sobre todo la que más me has hecho daño eres tú. Te he dado todo mi amor. Nunca había sentido nada por nadie, así. Y resulta que me sucede esto. No te quiero ver nunca más. Pero claro tu estarás con mi hermano. En ese caso, nunca te dignes a mirarme a la cara, porque yo tampoco lo pienso hacer. Me has roto el corazón en mil pedazos. ¿Y quién me va a ayudar a poder levantarme de esto? ¿Tú?
-Lo siento mucho de verdad, Ángel. Pero es lo que siento. Y no lo decido yo, sino mi corazón.
-No me valen tus lo siento. Porque si siempre le habías querido a él, haberlo dicho desde el principio. Así no sufriría tanto. Ahora voy a estar solo...
-No estas solo. Podríamos seguir siendo amigos.
-No podría mirarte y no sentir nada. Separados sería mejor.
-No, Ángel. Yo te quiero también a ti, pero como... amigos.
-¿Cómo que me quieres como un amigo? A un amigo no se le besa en la boca, tampoco diciéndole 100 te quieros, amándole mientras tienes contacto con su cuerpo, mientras le miras con un brillo especial a los ojos. No, eso no es un amigo. Tu lo hacías, se que me quieres. Pero tienes que elegir a uno. Y a él le amas más.
-Si, es verdad. A Chris lo amo más. Pero a ti también te quiero. No quería mentirte pero así era la mejor manera de decírtelo. No quería torturarte, porque te quiero. Pero como tu dices tengo que elegir a uno. Y ese es Chris.
-Entonces ve con él.
-Siempre te tendré en mi corazón. Gracias.