Capítulo 13 - Trágico

Ayer solo nos dimos besos, caricias y todo lo que era amor, pero no paso de eso. Aún no había llegado nuestro momento. De todas maneras, me había dejado trastocada lo que me dijo Ángel. Es verdad, aún lo amaba. Hasta ese momento no me había dado cuenta de eso. Había estado hipnotizada por el amor que siento por Chris. Pero ¿qué podía hacer ahora? No podía amar a los dos a la vez. En mi corazón si, pero no sería justo para ellos. Se supone que tenía que elegir a uno y elegí a Chris, pero ahí estaba Ángel. Ahora no sabía si había elegido la buena respuesta. Todo esto estaba siento muy duro para mi. Todo era una rallada. Pero tampoco podía dejar a los dos, me destrozaría a mi misma. Y eso era muy egoísta por mi parte. No podía elegir a uno y no sentir nada por el otro. Todo esto era una mierda. Además hoy tenía que presentar una chica a Ángel, para que me olvidara y yo a él. Así todo sería perfecto. ¿Pero acaso este es un mundo perfecto? Se perfectamente la respuesta y es NO. 

Cogí mi bolsa y metí todo lo que necesitaba para esa cita. Aunque solo estuviese unos minutos. Ya estaba preparada. Salí por la puerta. Era el momento de volverlo a ver.

-Hola, ¿qué tal?

-¿Cómo crees que estoy? Te hecho de menos. Solo he venido para verte a ti. 

-No, Ángel. Has venido a ver a Alexandra.

-Lo que tu digas... Anda, ven y dame un abrazo, que te he hecho de menos.

Me acerco y le doy un gran abrazo. De repente él se separa pero a pocos centímetros de mi. Se acerca a mi boca. No aguanto más y acepto sus labios. Nos damos un beso. Y siento lo que sentía a su lado. Con él me sentía seguro, como en una nube. Pero eso ya no puede suceder. Me aparto de él. 

-No. No puedo. Te voy a decir la verdad sobre todo esto. Y el problema es que te quiero mucho pero también a Chris. Me equivocaba al decir que quería más a Chris. Por que no puedo amar a uno solo. ¿Por qué narices aparecisteis en mi vida?

-Aparecimos para que nos quisieses y nosotros te amaramos como a la mejor chica del mundo, pero ya veo que estas hecha un lío. Pensaba que ya no tenía oportunidades contigo, que lo había perdido todo ya. Pero me equivocaba. Menos mal que nunca he perdido la esperanza de que tu volvieses a mis brazos.

-El problema es que no puedo volver a tus brazos ni a los de Chris. Sería muy egoísta elegir a uno de los dos. Porque en el fondo de mi corazón siempre sentiré algo por los dos. Ayer cuando me llamaste me di cuenta de mi error. Y ahora más. Así que se acabo. Lo dejo con los dos. Nunca he tenido suerte en el amor -agaché mi cabeza y empecé a llorar-. 

Me largue. Corrí y corrí. No podía esperar a que viniese Alexandra, estaba muy dolida. Alex sabía como presentarse. Pero ahora no podía pensar en ello. Estaba muy dolida por dentro, conmigo misma. 

¿No era más fácil querer a uno?Sí, claro que si. Pero ¿cómo iba a ser yo fácil? Lo tenía que complicar todo. Hasta en eso. Los amaba de verdad a los dos. No solo era la perdida de un amor, sino la de dos. No podéis imaginaros como me siento ahora mismo. Quiero estar toda mi vida encerrada en mi habitación, con los ojos llorosos. Ya no tengo mi lugar especial en el mundo, si iba allí me recordaría de todo. ¿Y ahora qué le iba a decir a Chris? A él no se lo había dicho, y ni siquiera tenía fuerzas para hacerlo. Ya pensaría en ello otro día. Hoy era el día de sufrir por amor. 

Ahora me daba cuenta de todo. Cómo no podía parar de perder a la gente que más quiero. Veía todo. Me había dejado David como si hubiera sido un trasto más. Había abandonado a mis amigas de toda la vida por el puto amor y ellas me olvidaron. Después decidí olvidarlo todo y ser feliz de nuevo. Llegaron los gemelos y creía que todo iba a ser perfecto, pero todo lo contrario. Primero me di cuenta de que amaba a Ángel, luego a Chris, de nuevo a Ángel. Pero en los últimos días volví con Chris y finalmente volví a besar a Ángel. Y Ángel no había corrido tras de mi, ¿es qué no me amaba tanto como decía? No se, pero el asqueroso final de mi historia era que había decido acabar con todo y dejarlos a los dos. Y yo de nuevo estaba sumida en mi propia oscuridad. ¿Tenía poderes para aquello? ¿Y por qué todo me iba así de mal? No se que he hecho en mi vida, para que yo este en esta oscuridad. ¿Acaso soy basura? Dicen que la suerte la elegimos nosotros, puede ser. Pero hay cosas en que tu no la eliges. Sino ella elige por si sola. Por eso tengo esta vida. Ya no quiero pensar, solo quiero dormir. Para no existir en este mundo por unas horas. Así seguro que soy feliz. Este es mi amargo final y no puedo cambiarlo aunque quisiese. ¿Qué amor de otoño? Se debería llamar: "Oscuridad en mis años". Ya no puedo más. Caigo rendida en mi cama.