Capítulo 2 - Su Mirada

Ella estaba en el banco del parque de enfrente de su casa, cuando de repente escuchó un sonido, el de un violín. Se oía cerca, ella intentó seguir aquel sonido. Pues ella escuchaba un melodía dulce, suave, era como estar en el cielo volando. Se paró en seco, allí estaba él con su violín...

Me quede sumergida en una nube de colores, donde quería que nunca se acabase esa gran melodía. Me perdí en sus ojos, en su boca, en su TODO. Me fascinó. Él en su rinconcito de la calle, en aquel portal que me traería grandes días, grandes tardes y grandes noches. 

De repente paró, entonces me quede ¿cómo?¿qué?¿ya? Quería seguir escuchando el violín, con su gran violinista. Entonces se percató de que yo estaba allí, mirándolo fijamente. Y me dí cuenta de que en ese justo momento ME ENAMORÉ. ¿Quién era él? No lo se, la verdad. Pero aquellos ojos azules, no eran los típicos, sino los de ÉL. Unos ojos azul... oscuro o claro, NO era un azul perfecto! 

Y él se fue corriendo. Entonces no dude en gritarle: 

-Espérame, quiero volar contigo.

Él todo extrañado se giró pero no dijo nada. Le seguí, yo creía que no se había percatado de mi presencia, pero de repente se giró y dijo al viento:

-Se que estas ahí, y yo volaré a tu lado. 

Y desapareció. ¿Qué? ¿Cómo? Había desaparecido de la faz de la tierra.

Estaba en la fiesta con mis amigas, Kely, Natalia y Valeria. ¿Qué quién eran ellas? Mis amigas desde los 5 añitos, mucho, lo se pero valen la pena. Son las mejores, las que siempre están ahí, siempre me ayudan con sus consejos, voy con ellas a todas partes, ohh y como olvidar nuestras grandes tardes de compras, pases de modelos, discotecas,... Y con las que sin ellas mi VIDA no tendría sentido. Porque ellas son parte de mi. Ellas lo saben todo de mi y yo lo se de ellas. Las amigas perfectas o casi perfectas, porque acepto sus defectos y ellas los míos. 

Volviendo a la fiesta, les conté lo que me pasó por la mañana con el chico misterioso. Me dijeron que lo olvidará, después de nuestras experiencias en el amor, era mejor protegerse del amor. Todas nosotras estábamos solteras, pasamos ya de tíos que nos engañan, que nos dicen un "te quiero" sin ningún tipo de sentimiento, que te dejan meses llorando en la habitación sin poder salir de ella, sin luz en nuestras vidas.. NO, no pensábamos dejar que nos pasara eso.

Yo decidí hacer caso a aquel consejo, pues tenían mucha razón. Deje de pensar, solo quería bailar toda la noche, disfrutar, soñar... junto a mi Valeria, mi Kely y mi Natalia, mis grandes amores. Porque ellas si que valían la pena... 

Fue en ese justo momento cuando entró algo en la fiesta y ese algo hizo que mi corazón diera un vuelco...