Capítulo 7 - Ángel

Sí, eran mis gemelos. Me acababa de dar cuenta. Antes estaba ciega por el dolor que sentía pero ahora, en cambio ya estoy dentro de la vida. La estoy viviendo, como yo quiero. A mi manera. 

Ellos, estaban a mi lado. Estábamos en mi habitación, todo el rato haciendo gracias, escuchando música, viendo la tele, hablando y lo más importante sonriendo. Me habían dicho que se llamaban Chris y Ángel. Chris era mi morenazo y Ángel era mi rubito. Yo estaba acercándome más con Ángel, me encantaba.

-Seguro que tu ligas un montón con las tías, eres el típico ídolo de las adolescentes -le dije a Ángel riéndome-.

-Si, claro. Y tu eres la típica malota -me contesto a carcajada limpia-.

-Y yo soy el típico sujeta velas-dijo Chris todo triste-.

-¡No digas eso! Eres un tío muy guay -le dije-.

-Lo dices por pena... -contesto él-.

-¿Qué estas diciendo tío? -le dijo Ángel-.

-Nada,nada. Me largo -dijo con cara triste-.

Chris cierra la puerta y se oyen sus pasos por el pasillo. 

-No se que le pasa, está muy raro -me dice Ángel-.

-Imagino que no sera así -le conteste-.

-Solo tendrá un mal día.

-Hablemos de ti. ¿Es verdad que eres el típico guaperas? ¿Qué caen todas rendidas a ti?

-Solo quedan rendidas las que yo quiero que lo hagan.

-Y eso quiere decir...

-Que tu puedes quedarte rendida a mi cuando yo quiera- me dijo con una sonrisilla-.

-¿Y si no quiero?

-Te daré un beso y con eso ya bastara.

-Jajajaja 

-¿Te ríes? Te lo puedo demostrar ahora mismo.

-¿A si? -le dije con una sonrisa pícara-.

-Claro.

Se acerco poco a poco a mi. Me estaba sintiendo otra vez en una nube. Poco a poco mi corazón latía más fuerte. Sus labios cada vez más cerca de los míos. Y llego el BESO. Me sentí la tía más feliz del mundo. Sentía que mi querido príncipe era Ángel. Habíamos estado una semana acercándonos poco a poco y lo acabamos de conseguir. Había cerrado los ojos como en un película, no que va, había sido mucho mejor. 

-Acabo de caer a tus pies -le dije-.

-Te lo he dicho.

-Te quiero-.

-Pues tu eres mejor que eso para mí. Yo te amo.

-Oh.. eres un amor -le conteste todo contenta-.

Me acerque a él y le di otro maravilloso beso. Me encantaba estar cerca de él.

-¡Ehh! ¡Baja! Que es hora de comer-se oía desde abajo a Chris-.

-Ya voy hermanito.

-¿Te veré mañana,no? -le dije yo-.

-Pues claro, para besar tus dulces labios.

Nos despedimos, no me quería alejar de él. Ahora que había conseguido que me besara. Que me dijera un "te quiero" de los de verdad, de los que son más fuertes que eso, un "te amo". 

Pero lo más increíble vino después...